lunes, 18 de junio de 2012

Apuesta fuerte

Miguel Rodríguez apuesta fuerte;  desde aquello que oprime y afecta se propone una crítica sin denuncia, sin didáctismos,  desde la intensidad expresiva del  material y  la pregnancia de las formas,  es decir desde  la condición estética de su discurso. Para hacerlo recurre a una contra- parodia, al juego burlón e irreverente, que reúne el mundo infantil de los dibujitos animados con  las identidades siniestras que como sombras  el poder arroja sobre nuestra vida cotidiana. Devela un sentido sólo accesible en forma de parodia, de ironía, de alegoría rota.
Siempre son grotescas las caricaturas llevadas al espacio real, porque  fuera de la dimensión virtual sus presencias fantasmales no tienen encarnadura. Miguel las convoca y las atrapa en los materiales “clásicos” de la escultura como el bronce y la madera o la resina.
Parte de la gracia de los dibujitos es cómo nos devuelven una segunda e hilarante mirada  sobre nosotros mismos, aquí sacados de sus contextos e incluidos en el aurático sistema del arte, lo que podría ser  un homenaje a los personajes pasados al bronce, se vuelve  una tomadura de pelo cuando la clave paródica los muestra como imitación de imitación, algo que se vuelve a decir, hasta mostrar su ridículo, su costado patético, su pretendida inocencia.
Personajes de comics y el sueño sojero son convocados con la atenta belleza de las formas y las soluciones del arte, para estallar ácidamente en el burlón gesto que el artista le propina a los que nos tratan como a  chicos.

Patricia Ávila
Artista Visual
Septiembre de 2007
Córdoba

No hay comentarios:

Publicar un comentario