lunes, 18 de junio de 2012

Un imaginario icónico

Rodríguez se ha ido internando cada vez más en un mundo que busca la contaminación cultural. Su alquimia, compuesta de latitudes y temporalidades disímiles, abre la mirada desde un imaginario icónico atravesado por diversos textos. Algunos originados en el pasado ancestral de nuestramérica y las tradiciones criollas de su tierra natal, otros en la intromisión mediática y el cosmopolitismo. Es así como rescata una zona del conocimiento que en la tradición racionalista y eurocéntrica fue negada y distanciada por precientífica, recluida y reducida a las prácticas rituales y sincréticas.
La simbología sobre la que construye Rodríguez relata, permite la comunicación, la conservación de conocimientos (aún los desconocidos para muchos) y el suceso. Antes de saber sobre las cualidades del caballo, el toro o el puma, las esculturas de este artista nos remite, en una primera instancia, a la libertad tanto como a los misterios y por supuesto al poder. El toro, figura emblemática de la cultura iberoromana, no cesa de refrendar el sentido mítico y político del poder dominante desde la colonización de América. El puma, casi recurrente en las altas culturas andinas, interviene desde una esquina opuesta como el mito latente e invulnerable. Pero el relato se completa con la inclusión de íconos actuales, que se involucran plásticamente. Expresiones que le dan un carácter contundente de contemporaneidad, no carente de sentido crítico, universal y testimonial.
En consecuencia la materia, los materiales utilizados y el excelente tratamiento técnico logra conjugar de manera inteligente la estrategia visual, ayuda al abordaje deseado y aleja toda sospecha de superficialidad.

Mario Simpson
Artista Plástico
Octubre de 2007
Córdoba

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